Platicando de lugares: Pulquería Los Insurgentes

Hablando sobre lugares para visitar que te ofrezcan una experiencia diferente, en platicas de té y café apareció el nombre de la Pulquería Los Insurgentes, a la cual fui invitada hace un par de semanas a una plática sobre la elaboración de esta muy mexicana y tradicional bebida fermentada.

He de decir que mi primera experiencia con el pulque fue a los 12 años junto con otros de mis compañeros de secundaria, estando nuestra escuela a unas cuadras del templo mayor en pleno centro de la Ciudad de México, a las 6 de la mañana las esquinas antes de llegar a la misma se encontraban llenas de puestos que ofrecían, pulque, tortas de tamal, tamales o atole. Uno de ellos pidió pulque de fresa, lo recuerdo bien, y me invitó a probarlo… fue en ese entonces, lo más desagradable que pude haber tomado, un líquido viscoso de color rosáceo, de un olor muy penetrante  y de horrible sabor… No es de extrañar pues que cuando me dijeron “pulquería, plática, degustación” tuviera mis reservas.

Sin embargo, como soy de las primeras que aconsejan que hay que hacer y conocer de todo, ahí voy. Nos trasladamos pues a Insurgentes sur no. 226, tomando el metrobús queda exactamente enfrente de la estación Durango en sentido hacia la glorieta de los insurgentes, se trata de una casona antigua de 3 pisos acondicionada como bar y a decir de su letrero como expendio de pulques finos.

Subimos al tercer piso y mientras esperábamos a que diera inicio la plática, observamos que cuenta también con una terracita muy agradable dividida en dos partes, una con vista a la avenida y la otra que queda dentro del edificio pero a cielo abierto, la primera nos comentaron que es abierta de jueves a sábado y la otra es permanente.

En punto de las nueve de la noche el tlachiquero urbano (así se presentó, tlachique es el aguamiel que se saca con el acocote de los magueyes), nos mostró herramientas y nos contó el proceso de “raspado” de los magueyes pulqueros así como la forma de extracción del mismo y el modo de preparación, que este no sólo lo dijo sino que lo hizo y en ese momento mezclaba todo y ponía a enfriar el pulque que nos daría a degustación, una reunión sencilla, amena, muy educativa y dinámica ya que nos pasaron de una en una las herramientas para conocerlas, sopesarlas y curiosearlas. Lo que me pareció mejor de todo es el enamoramiento tal del tlachiquero urbano por su proyecto que consiste no sólo en la localización de magueyes pulqueros dentro de la ciudad, sino en las cercanías y que concluirá con paseos guiados a pulquerías que preparan sabrosos curados y un museo, proyectos que con toda seguridad serán una realidad porque nos demostró que tiene los básico para llevarlos a cabo, amor por lo que hace y mucho entusiasmo, por supuesto que no faltaré a uno de esos paseos.

Pero llegó la hora de la verdad para mí: La degustación, sirvieron la preparación recién hecha en vasitos tequileros, llegó el mío y … el olor, fuerte, consistencia: no viscoso, no baboso, se veía como agua de piña y su copetito de espuma, me animé a probarlo y resultó una delicia, repetí caballito de pulque recién hecho … pero no acabó ahí, después de superar mi trauma adolescente, una vez terminada la plática empezó la música y llegaron las meseras vestidas de adelitas para ofrecernos pulques y botanas, ese día había pulques de queso, guayaba y uno que se llama insurgentes de color rojo intenso, pero según nos comentaron siempre hay sabores distintos, de pera, plátano, piña, almendra, nuez, mango, piñón entre otros.

La que no quería saber nada del pulque, o sea yo, probé de todos y son riquísimos, como se encuentran curados, no tienen un olor penetrante y su consistencia es espesa como debe pero no babosa y tienen muy buen sabor, se sirven en tacitas de plástico y cuestan $ 35 pesos cada una, si yo sé, que tal vez consigas 2 litros de pulque en otro lugar por ese precio, pero aquí vas a pasar un buen rato, botanear si gustas, bailar, escuchar música, echar plática y disfrutar de la terracita.

Si alguna noche tienes ganas de hacer algo diferente, te recomiendo que vayas a la Pulquería Los Insurgentes, un bonito lugar con el ambiente que tú le quieras poner, ojalá que te agrade y la pases muy bien, nos leemos en otra plática de té y café :)