Platicando de política nacional: Los seres humanos con demonios dentro.

 



"Frente al vicio y al crimen, el Estado no debe tener más que una actitud, y es la guerra". 

Alberto Masferrer


"Quien no castiga el mal, ordena que se haga" 

Leonardo Da Vinci

Increíbles han sido las declaraciones del presidente de México respecto a que su administración cuida a los elementos militares, pero también cuida a los integrantes de las bandas criminales, que se han encargado de sobajar a gusto a los primeros desde el inicio de éste gobierno.

"A los oficiales les decían ustedes hagan su trabajo y nosotros nos hacemos cargo de los derechos humanos. Eso cambió, además porque cuidamos a los elementos de las Fuerzas Armadas, a los de la Defensa (Nacional), de la Guardia Nacional pero también cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos; esta es una política distinta", dijo, pero...sin explicar de qué se trata la política distinta sobre los criminales.

De por sí ha resultado polémica su constante frase de abrazos y no balazos con la que resuelve cada cuestionamiento respecto a una nueva masacre, que se supera en mucho a la anterior por su sadismo, ahora, resulta que los asesinos, violadores, tratantes de blancas, drogas, armas, abusadores de niños, golpeadores, merecen ser tratados con humanidad.

Intentó, al ratificar su lamentable declaración, matizarlo diciendo que son seres humanos y que nadie quiere que una vida se pierda, suena bonito, lamentablemente las personas a las que él tanto defiende, no les ha importado tomar o destruir para siempre las vidas de los también seres humanos inocentes que han caído en sus manos.

¿Los criminales tienen derechos?, claro, a un juicio justo, a una sentencia justa, a través del debido proceso y nada más, el encargado de proveerla es el Estado, así como también tiene la facultad exclusiva del uso legítimo de la fuerza, es decir, a través de corporaciones civiles o militares para proteger a los ciudadanos precisamente de tipos que no cumplen la Ley, la cual fue creada para establecer orden, tranquilidad y respeto entre los actos de todos.

Seres humanos que violan, desuellan, calcinan, degüellan, torturan y matan con salvajismo inusitado a otros, no dejan de ser humanos, pero tienen severos problemas de raciocinio y falta de compasión para evitar causar daño y provocar sufrimiento a otros, características muy humanas.

Lejos está en sus derechos el de continuar libre con la venia de que puede hacer y deshacer con la familia, libertad y patrimonio de la sociedad civi lo que quieran mientras quienes deben protegerla tienen la orden de sólo miran impotentes, o incluso ser hasta cómplices.

Para las víctimas que han perdido a familiares o han visto su tranquilidad y su vida cotidiana severamente afectada por cuenta del crimen organizado, esa declaración y ese permiso tácito que el presidente ha dado al crimen para continuar con su ola de violencia en el País, es una total falta de respeto a la existencia humana que tanto y tanto repite que está a favor, pero sólo de una parte, a la otra la deja completamente abandonada, incumpliendo su mandato como poder ejecutivo.

Si ha querido negar que su gobierno está infestado por el narcotráfico y criminales, su simpatía hacia ellos, lo hace más que evidente, el secreto a voces, de que tanto él, como varios de los que integran su partido y su gabinete se encuentran coludidos con el crimen organizado, está resultando en algo realmente evidente.

El número de muertos en su administración ha rebasado por mucho el de las anteriores que tanto critica y responsabiliza, un panorama sombrío para México, de continuar así, esa cifra seguirá subiendo, tétrico si nos ponemos a razonar que esos datos, son personas, son vidas, son seres humanos, pero ellos, para el presidente, no valieron su existencia.

Con el corazón apachurrado, espero lo mejor para mi País, que la pesadilla pase pronto o que de verdad ya nos unamos para resolver esto de una vez por todas ¿cómo? exigiendo todos seguridad, justicia, estado de derecho, que nada tienen que ver con simpatías hacia un político que va de paso, esto nos afecta en general y en la misma medida, en eso deberíamos estar de acuerdo.

La única forma es juntos defender a las instituciones en lugar de dividirnos por malos administradores que saldrán y seguirán multimillonarios por varias generaciones, mientras sus defensores y detractores se despedazan.

Mientras eso sucede, agradezco como siempre tu compañía. 

Nos leemos pronto en otra plática de té y café.


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