Platicando de política: Gobierno humano

Temas de conversación en toda reunión, dicen que fútbol y política, aunque creo que la primera idea se ha generalizado a deporte, ya que el fútbol americano, beisbol y basquetbol han ganado terreno como  asuntos para amplias pláticas. 

Política por otra parte es un tema recurrente, peeeeero que se toma con mucho cuidado pues las pasiones que genera, en los mejores contextos, termina con relaciones de amistad e incluso familiares, en los peores, han podido llegar a la agresión verbal o física, así de apasionante es el tema. 

Y...sobre política les quiero platicar, esperando que no exista ningún resultado negativo en el entendido de que cada uno tiene su opinión y es igual de respetable que cualquier otra..así que..ahí vamos. 

Si estás en redes sociales, sobre todo en twitter, ya te habrás dado cuenta de que diario es una guerra sin cuartel entre quienes aplauden todo lo que hace y/o decide el gobierno y quienes lo critican o señalan sus errores, en mi opinión tanto uno como el otro están en lo correcto, lo incorrecto es lo que ha pasado con algunos de los opinantes, tomar las cosas de manera personal y llevarlas a las agresiones o acusaciones, algunas bastante severas y subidas de todo que buscan la humillación sobre la persona, olvidando que el origen del comentario es completamente distinto.

¿Por qué para mí ambos están en lo correcto?, porque no es posible que todo lo que se realice esté mal, así como no es posible que todo esté bien, de hecho me parece un sano contrapeso en cualquier sentido el señalar lo bueno para continuarlo, como denunciar lo malo para que se elimine o corrija, más cuando está causando un daño a la sociedad, sobre todo a grupos vulnerables. 

Este gobierno en particular, provoca diario reacciones a favor y en contra porque el presidente se encuentra diario exponiendo en sus "mañaneras" (conferencias matutinas, inician a las 7:00 a.m. hora de la Ciudad de México) reportes, opiniones, críticas, descalificaciones y apoyo a subalternos, que han resultado controversiales en más de una ocasión, pero ésta entrega no es para analizar la forma de comunicación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través de sus apariciones tempraneras, de eso podemos platicar en otra ocasión, tenemos cinco años por delante en su administración y seguramente mucho material nos dará para ello.   

De acuerdo a opiniones de analistas en materia de ciencias políticas, y de no tan educados en la materia pero a los que se considera expertos, al gobierno de López Obrador se le califica de populista, dando por sentado que las bases populares (entendiendo que son las clases sociales con menos capacidad económica o sin privilegios), son quienes lo encumbraron al poder y lo mantendrán en él, para precisamente verse beneficiados con políticas públicas a su favor.  

Yo difiero de lo anterior, sí es verdad que el actual presidente cuenta con la simpatía de las clases bajas, (según criterios, por su muy bajo nivel educativo y económico), pero no fueron los únicos que lo apoyaron y lo apoyan, tuvo y tiene gran simpatía en la clase social media, (algunos con estudios superiores o de posgrado), aquellos que se encuentran decepcionados de gobiernos que fueron realmente cínicos en su desempeño, para desviar los recursos públicos en beneficio propio en lugar del social, o bien aquellos que definitivamente rechazan ya todo lo que se refiera a partidos políticos tradicionales, trabajen bien o no, para ellos el cambio, algo diferente, aunque no necesariamente mejor, es lo que importa.

Este tipo de líderes es lo que está de moda en el mundo, Venezuela, Brasil, Bolivia, México, incluso Estados Unidos, por mencionar algunos, tienen presidentes sumamente populares, quienes han logrado transmitir a sus bases que ellos son los representantes legítimos de lo que el pueblo (lo que cada uno de ellos entienda por ello) quiere y que están dispuestos a llevarlo a cabo. 

Su lenguaje verbal y corporal sin duda acerca, pero sus objetivos a lograr aún más, por ejemplo, platicando con un amigo 100% pro Trump, me decía, "Es que sólo él va a brindar protección y seguridad a los Estados Unidos, es un presidente fuerte, es lo que se necesita", el mensaje y la actitud bien enviados, pero mejor recibidos.

Aquí en México los objetivos de acabar con la corrupción, primero los pobres, crecimiento de la economía a más de 2% anual (primero se había planteado un crecimiento de 6%), pensiones duplicadas a los adultos mayores, jóvenes becados para un primer trabajo y un largo etcétera, se han vendido bien y se han comprado mejor.

En mi opinión, los líderes populares ganaron simpatías porque hablaron en humano a humanos, de cualquier clase social, nadie puede identificarse con quien permanezca fuera de su alcance, o con vidas muy distintas a las del común de la población, o del día a día. Como ejemplo el triunfo de López Obrador, votaron por él, clases sociales distintas.

Como individuos tenemos la necesidad de sentir contacto, cercanía, simpatía, empatía, comprensión y calidez, si adicional a esa identificación se agregan promesas de seguridad, fortaleza interna, mejora económica, integración y paz social, se obtienen una fe y esperanza sin precedentes, lo compruebo con el "denle chance" de familiares y amigos que votaron por López Obrador, aún se les señale un error evidente en la administración, y están en lo correcto, lo eligieron porque logró hacerlos sentir.

Sin embargo, yo veo (igual y me equivoco) un peligro inminente en este tipo de gobierno, al menos en el de México, la esperanza y la fe sí se acaban, la falta de resultados da al traste con proyectos políticos a largo plazo, le pasó al PRI, le pasó al PAN y le pasará a MORENA si incumple los compromisos que adquirió, y si copia actitudes aborrecidas de los anteriores a los que criticó. Adicional a la destrucción institucional que llevará mucho tiempo rehacer. 

La seguridad sobre programas clientelares (como se les ha denominado), para lograr votos que los mantengan en el poder, está cimentado sobre arenas movedizas, la misma técnica se ha utilizado siempre, con otros nombres, con otros clientes, y nunca han redituado eterna lealtad, que no extrañe quien aún recibiendo programa clientelar, vote por un partido distinto al que se lo otorga, se aborrece al santo, la limosna no. 

El gobierno humano es el que se mantendrá en el poder, humano, no popular, es decir, aquel que implemente políticas públicas efectivas, que administre correctamente las finanzas públicas, que gaste los impuestos correctamente y que se noten en beneficio de sus gobernados, que sea capaz de moverse en el mismo sentido que lo está haciendo la sociedad, que hable, promueva, tolere y facilite la inclusión, así como el respeto de y entre todos, feministas, diversidad de género, veganos, animalistas, matrimonios igualitarios, étc. 

El que sea capaz de entender a una sociedad que busca con más celeridad disciplinas de introspección (muy humano), que le permitan comunión con el prójimo y con el medio ambiente (como yoga, ecología y meditación), que quiere seguridad, justicia y una calidad de vida superior. 

El que deje a un lado su voracidad egoísta y que sinceramente piense y actúe en el bienestar de todos y para todos. 

La apuesta es hacia líderes o partidos cercanos, pero que den RE-SUL-TA-DOS, de lo contrario el "más vale viejo conocido que nuevo por conocer", nos mantendrá hundidos en la mediocridad, resignados a soportar lo mismo....hasta que llegue otro, que ofrezca un cambio, y no necesariamente mejor.      

Les deseo felices fiestas patrias 2019, pásenla bonito, descansen en este puente, nos leemos pronto en otra plática de té o café, por cierto, hoy, para platicar, elegí un té verde. 😊👍 






























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