Platicando de lugares: Churrería y chocolatería el Moro

En mi clase de cocina mexicana dentro del menú de ese día, nos tocó hacer churros como postre, me costó un poco de trabajo formarlos porque la masa es un poco firme y al pasarla por la duya pastelera aplicas algo de fuerza; de eso me quejaba cuando platicaba con mi chef instructor, cuando él como respuesta me contestó “y eso que no has visto cómo se hacen los churros en el moro”…. mis antenitas se despabilaron… me contó que era una churrería muy conocida y antigua que se encontraba en el centro y que se caracterizaba por hacer los churros masivamente en forma de espiral…me quité el mandil y ahí voy.

Me gustan los lugares con historia que ofrecen algo tan cotidiano, relativamente sencillo, pero presentado y ambientado tan bien, que te hacen pasar un muy buen momento, eso encontré en el Moro… Me sorprendió saber que en sus inicios en 1935, era una panadería, para posteriormente cambiar de hornear la masa a freírla para hacer los churros, que por cierto, son de origen español y la preparación es a base de harina, azúcar, agua y sal, los “mexicanizados” por decirlo de alguna forma, son más gruesos que en otros países, en forma recta, como palitos y rellenos de cajeta, chocolate, mermelada o vainilla.

La sucursal principal la encuentras exactamente en la salida del metro san Juan de Letrán, en pleno eje central, al llegar me decepcioné un poco porque había unas filas larguísimas, pero después me di cuenta que afuera tienen una pequeña despachadora de tortas y tacos de mole, donde se formaba la fila más larga, a un lado, estaba la entrada a la churrería y la vitrina desde la cual puedes ver a los churreros preparar las frituras. Como el local estaba repleto, decidí esperar unos minutos observando el proceso de preparación.

Desde que entras te transportas, el ambiente es el de una cafetería antigua, aunque lo es, aún conserva sus características clásicas originadas por la misma simpleza de sus elementos, sillas y mesas sencillas, los meseros(as) ataviados con uniformes de tipo servidumbre elegante, negro o rosa para ellas con mandil, cofia y detalles en blanco, filipina blanca y pantalón negro para ellos, mientras que los churreros, utilizan el clásico uniforme blanco para pasteleros con el gorrito tipo barco. Cabe mencionar que en junio de 2010 la churrería sufrió un incendio que afortunadamente no dejó más que daños materiales de los cuales se ve que se recuperó perfectamente.

Pero les contaba que mientras esperaba me quedé en la vitrina para ver a los churreros en acción, se encontraban trabajando 4 personas, una pasaba la mezcla de masa desde la batidora hacía el despachador de la misma, éste lanza sin cesar la masa la cual es guiada por otro churrero hasta formar espirales de 6 o 7 vueltas cada uno, la corta en el largo deseado y la deja en la freidora al cuidado del tercer churrero mientras él o ella forma otra espiral, conforme están listos, se sacan las espirales y las dejan escurrir para que el cuarto churrero, con las mismas pinzas con las que empaca corte en pedazos del tamaño deseado los churros tal cual los conocemos, una vez cortados, los revuelca según los pidas, en azúcar o en azúcar con canela y te los entrega.

Una forma artesanal y muy tradicional la elaboración de los churros en una cadena de producción interminable ya que la churrería se encuentra abierta las 24 horas. Después de estar unos minutos en la vitrina me formé para comprar mis churros, si lo que en un principio me preocupó fue el hecho de que (según yo), iba a tardar algo formada, me equivoqué, se encuentran perfectamente bien organizados, las tortas, afuera, los churros, dentro y ahí si te quedas, ocupas mesa, de lo contrario te formas por aparte y los pides para llevar, así que lo que desees hacer no tardas mucho y disfrutas tu postre en unos minutos.

No te engañaré diciéndote que son lo mejor que he probado, la harina es la misma y un churro es un churro y sabe a eso, lo que hace la diferencia es el lugar y yo lo disfruté mucho, si te gusta el chocolate calientito sobre todo en ésta temporada de frío, el Moro tiene una gran variedad así como también malteadas para acompañar tus churros.

Si quieres un postre sencillo, económico y disfrutar de un buen lugar en el corazón de la ciudad, te invito a que vayas a la churrería y chocolatería el Moro, a cualquier hora que puedas porque nunca cierran, te endulzará el momento en todos los sentidos.

Platicamos pronto tomando otro té, café…. o chocolate J


Página de internet: http://www.elmoro.com.mx/

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